Carne de Reloj

Un poco después de las nueve de la mañana de hoy, estaba en el Auditorio Municipal en espera del sorteo militar. (Ni siquiera por tener la gran pista de "sorteo similar" me pasó por la cabeza lo que me esperaba, realmente iba dormida y tonta)....
Me percate de que el mencionado recinto se encontraba ocupado por una muchedumbre de jóvenes de todas las clases sociales y vestimentas diversas. Sin embargo le di más importancia al hecho de que no se podía ni entrar por la muy considerable cantidad de tipitos.
Minutos después el tsuru azul de televisa y la chamarra amarilla del camarógrafo me devolvieron la esperanza.
En efecto, me acople con ellos y sin decir nada nos fueron abriendo camino; "ese logo de televisa como sigue teniendo poder en el subconciente de la población".
De nueva cuenta note que había muchos varones, pero a pesar de ello, yo seguía atenta e imitando los pasos del televiso.
Justo a la mitad del pasillo derecho del Auditorio, escuche chiflidos lujuriosos, risas y algunas palabras de "mamasita... quiero... holaaa", entre otras.
Que tan pinche desmadre se armó que el señor que leía en el micrófono los nombres de los sorteados, les dijo "silencio porfavor, respeten a la señorita".... fue esa advertencia la que me desperto y fue entonces cuando me di cuenta "que era la única mujer en ese desgraciado lugar, con poco más de mil adolecentes".
Mire con coraje a esos infelices mirándome... el alboroto fue tal que el anfitrion del sorteo les volvió a regañar -"si no guardan silencio, no continúo y nos quedamos aquí todo el día".
Pocas veces me he sentido tan avergonzada como hoy. Apresure el paso trás el televiso, queriéndo entrar a su gran chamarra amarilla. Lo peor es que hasta él se reía de lo que me estaban haciendo esos pinches chamacos (... bueno ni tan chamacos).
Dure varios minutos bajo el templete al cuidado del reportero; las pocas fotos que tomé las capte de ese mismo lugar, me daba temor volver a pasar frente a las miles de hormonas con voz.
Poco pude hacer porque necesitaba una entrevista con el señor que estaba al otro lado de donde yo estaba... cruce... para mi fortuna sólo escuche a lo lejos dos chiflidos que no aturdían como los de inicio.
Total que consegui mi nota, rapidamente pense en regresar con mis protectores de amarillo pero ya no estaban donde los había dejado... ... oh, oh, ahora venía lo peor, caminar por el pasillo izquierdo, pero YO SOLITA.
-Sin llorar, ni modo de quedarme todo el evento hasta que se salgan todos-
Sólo me repetía en mi mente -uno, dos, tres pasos; uno, dos, tres pasos-, mientras intentaba esquivar miradas, con nulo exito...... Trate de mantener una postura segura, pues no queria que esos jovencillos pensaran que me intimidaban.
Y la pesadilla comenzó, pero con una lenta tortura, porque a pesar de que los chiflidos hicieron acto de presencia una vez mas, cada avanzar de una ilera traia consigo las vocesillas bajas diciéndome "hola, fiu fiu" y otras que prefiero omitir por mi salud mental.
Cuando porfin veía la salida, no fue mejor, porque ahi estaban otros cientos amontonados, tenía que decirles "compermiso, compermiso, me permites" ya no me abrian camino como cuando estaba con los televisos y luego escuchar en mis oidos sus sucias palabras y rosar con no se cuantos de ellos (en verdad estaban mas amontonados que Don Quintin en sus buenos tiempos). "IRRESPETUOSOS INFERNALESSSSSS" tenía ganas de gritarles..... ya casi al final un grupo de cholitos me dijeron no se que... me relaje y mejor me reí, a lo que uno de ellos respondio "con nosotros se sonrio", para que el señor del micrófono pidiera "silencio de nueva cuenta".....

Posteado por maritsol el Sunday, November 13, 2005 a las 2:00 PM | Permalink