Exite, ésta archivado en todas las mentes femeninas, traspasando el lenguaje oral y escrito; marcando las normas y principios éticos que unen a las mujeres desde tiempos medievales.
A pesar del feminismo, independencia y modernidad que ha adquirido la mujer, éste código femenino no ha sufrido modificación alguna y mucho menos a perdido vigencia, al contrario, usted y yo joven amiga, seguimos sometiéndonos a las reglas que desde la concepción tenemos implicitas.
Durante la infancia e inicio de la pubertad es fácil acatar el código, pues se limita a la lealtad, guardar secretos y acompañar a tus amigas al baño siempre. Sin embargo el grado de dificultad aumenta cuando los pequeños barones entran a escena; ya que la regla 1 de los cánones señala que:
"No desearas al hombre de tu amiga", y la regla 1.A cita que:
"No lo desearas aún y cuando él te desee a ti"... La 1.B menciona que:
"A pesar de que la relación se finiquite ese chico quedará marcado por: (en dicho espacio agregue el nombre de su amiga en cuestión)
".
La regla 2 y sus incisos hacen referencia a las relaciones con:
el hermano de tu amiga o el mejor amigo de tu amiga, (ambos personajes, con alto grado de importancia en la vida de una chica).
Mis caballeros lectores pueden creer que estoy inventando dicho código, pero no. Los invito a que hagan la prueba y cuestionen a cualquier mujer para que comprueben lo anteriormente expuesto.
Aunque se han hecho investigaciones, ensayos y hasta obras de teatro al respecto, todavía no existe un código femenino escrito y confiable; sino mas bien cada mujer sabe que existe. Muy probablemente en base a la lealtad que manejamos y en ocupar el lugar de la otra. (Por supuesto que también hay sus excepciones).
En lo particular me encuentro a favor de su existencia, pero no de sus excesos. Pues permítame contarle que hace mucho tiempo tuve y tengo, una amiga que se tomó muy a pecho las reglas, de modo que llegabamos a "X" lugar y con su poderoso índice derecho señalaba a los chicos más atractivos y decía -"lo escojo, lo escojo"-. Por lo tanto el resto de las amigas quedábamos imposibilitadas a cualquier tipo de contacto, aunque fuera accidentalmente visual, rogando al cielo, que el más guapo estuviera fuera del margen de la querida amiga o en el baño.
Algunas veces ocurrió que uno de los "índice elegidos" (cómo solíamos nombrarlos) posara su mirada, sus manos y sus labios en otra amiga, causando una ligera molestia en la primera; sin embargo no le quedaba mas que aguantarse pues al fin y al cabo el chico eligió a la chica que le gustó; independientemente del código femenino que obviamente no estaba programado en la mente de él.
También en una ocasión sucedió una experiencia particular con Iris (ella lee éste blog desde Querétaro y no me dejará mentir)... Ambas solíamos acudir a un mismo antro todos los sábados. Era la época de los 18-19 años y empezábamos a descubrir la vida nocturna. No fumábamos, ni tomábamos, pero, nos encantaba y nos encanta bailar... Total que una noche mi sana vista captó a un jovencito de fisicamente nuestra misma edad. Era bronceado, de ojos claros y expresivos, cuerpo discreto pero bien formado, con estilo para vestir, cara de vago y una playera que decía ARMY . Pensé en comentarle el hallazgo a Iris y pronunciar algo así como: -"lo escojo, lo escojo"- (imitando a mi otra amiga). Me abstuve por calificarlo de obsesivo. Y fue entonces cuando Iris no dudó en decir -"¡Mira, que lindo... él, el que tiene la playera de ARMY!"-, señalándolo con su dedito...El siguiente paso fue explicarle que lo había visto primero, por lo que yo tenía antiguedad visual; pero como ella lo expresó, también tenía cierto derecho...
Ahora que lo pienso, lo más propicio hubiera sido que él eligiera a alguna de las dos, pero nuevamente el código femenino fue poderoso.
¡Nunca!* ninguna de las dos, se acercó al chico ARMY y -¡mire, que el joven era facilito!-, pues sábados siguientes lo veíamos bailando y algo más, con cada nena -unas guapas y otras...particulares-...Resumamos que: no era muy selectivo.
Iris y yo pasamos muchos fines de semana sólo mirándolo de lejos, suspirando y diciéndonos: -"¡El ARMY hoy se ve mejor que el sábado pasado!"-... -"Estaba más linda la niña de la semana pasada no?-
Hace dos años lo ví en UTEP (casualidades de la vida, pues él estudia ahi y es amigo de un amigo. Creo que se llama Juan), rápidamente pensé en una posibilidad, pero
primero me acordé de
Iris y en
segundo de que iba con
mi novio. (Total sólo fue un gusto visual).
A veces así de poderoso es el código, pero otras, también muy frágil.
*Iris: Utilicé la expresión ¡Nunca!, porque ¿verdad que nunca te acercaste a él?. Sé que lees mi blog, pero no comentas. Así que puedes responderme en el MSN...Por cierto, olvidé comentarte que lo había visto en UTEP...Pero bueno ¡sólo lo ví!. Te lo juro por el
código femenino.