Ayer en tu cumpleaños!
Existe una sola manera para decir textualmente Feliz Cumpleaños, si de palabras hablamos, porque con simpleza es: Feliz Cumpleaños.
Probablemente se agregue un gesto de vergüenza cuando olvidamos alguna de estas fechas conmemorativas el lunes 29 de agosto del 2005.
Pero para lo que sí encontré muchas maneras de expresión es para resaltar las cualidades y defectos aceptables de las personas que llegan a tu vida y “sin querer queriendo” se vuelven importantes, tal es el caso de Antonio Rosales.
Debo confesar que antes de conocerlo había escuchado comentarios positivos en torno a su carrera pero como soy un tanto desconfiada decidí comprobarlo por mí misma y lo que descubrí fue más que eso.
En un inicio evitaba su posible amistad porque al verlo me di cuenta que a hombres como él no les gusta el acoso en ninguna de sus presentaciones, pero después de mis primeras semanas en Congreso no pude negarme a su conversación amena, a la ayuda que me brindó y a robarme sus notas porque después de todo él era el que preguntaba.
“Toño” conocido así en el gremio periodístico, es una persona que no esta cobijado de prejuicios ni de indirectas, a menos que así lo desee.
Sus preguntas son concisas e inteligentes, tanto como la mirada que de repente se camuflajea en sus gafas.
Tiene disponibilidad para contestar dudas pero ciertos gestos de su rostro te hacen saber que “si hubieras leído el periódico hoy, sabrías de que esta hablando el Diputado”.
Es un tipo que definitivamente disfruta de la estética, que recordemos no sólo es belleza, si no armonía y orden. Digamos que “ojito alegre”, en parte por eso me identifico con él.
Otras veces he pensado que hubiera sido excelente que fuera de mi generación “Magneto”, pero creo que la madurez de los 29 años generación “Laureano Brisuela” le sientan mejor.
Cabe señalar que desde que chateo con él hago un esfuerzo por escribir mejor y utilizar acentos, ya que es un correctísimo de la ortografía.
Muchas veces también he llegado a pensar que nuestra relación amistosa es más sincera por el Messenger, aunque de repente el Señor Rosales tenga nicks sugerentes.
Fue buen compañero para los sábados en la mañana donde prácticamente yo no hacia nada en la oficina y él por su parte ya llevaba diez notas.
Aún así sabe leer todo lo que le cuento por chat para después darme consejos que más de tres veces me han hecho reflexionar.
Supo ganarse mi confianza para contarle detalles de mi vida que con pocas personas comparto.
Lo mejor es que en estos últimos días he descubierto a un Antonio Rosales que no muestra estrés por el tráfico o el trabajo, sino que en su expresión noto las ganas por tener condiciones óptimas para darle la bienvenida a su nuevo bebé.
Ya se que olvide tu cumple Toñito y que unas canelitas con cerillo no es lo mismo que un pastel de tres leches, pero de cualquier manera sabes que te estimo mucho y que agradezco tu tiempo, moralejas, chistes, notas, expresiones, consejos y la seguridad que de vez en cuando te robo, (total a ti te sobra mucha jeje, sobre todo cuando abandonas las conferencias de prensa por un retraso considerable).
Con simpleza ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Probablemente se agregue un gesto de vergüenza cuando olvidamos alguna de estas fechas conmemorativas el lunes 29 de agosto del 2005.
Pero para lo que sí encontré muchas maneras de expresión es para resaltar las cualidades y defectos aceptables de las personas que llegan a tu vida y “sin querer queriendo” se vuelven importantes, tal es el caso de Antonio Rosales.
Debo confesar que antes de conocerlo había escuchado comentarios positivos en torno a su carrera pero como soy un tanto desconfiada decidí comprobarlo por mí misma y lo que descubrí fue más que eso.
En un inicio evitaba su posible amistad porque al verlo me di cuenta que a hombres como él no les gusta el acoso en ninguna de sus presentaciones, pero después de mis primeras semanas en Congreso no pude negarme a su conversación amena, a la ayuda que me brindó y a robarme sus notas porque después de todo él era el que preguntaba.
“Toño” conocido así en el gremio periodístico, es una persona que no esta cobijado de prejuicios ni de indirectas, a menos que así lo desee.
Sus preguntas son concisas e inteligentes, tanto como la mirada que de repente se camuflajea en sus gafas.
Tiene disponibilidad para contestar dudas pero ciertos gestos de su rostro te hacen saber que “si hubieras leído el periódico hoy, sabrías de que esta hablando el Diputado”.
Es un tipo que definitivamente disfruta de la estética, que recordemos no sólo es belleza, si no armonía y orden. Digamos que “ojito alegre”, en parte por eso me identifico con él.
Otras veces he pensado que hubiera sido excelente que fuera de mi generación “Magneto”, pero creo que la madurez de los 29 años generación “Laureano Brisuela” le sientan mejor.
Cabe señalar que desde que chateo con él hago un esfuerzo por escribir mejor y utilizar acentos, ya que es un correctísimo de la ortografía.
Muchas veces también he llegado a pensar que nuestra relación amistosa es más sincera por el Messenger, aunque de repente el Señor Rosales tenga nicks sugerentes.
Fue buen compañero para los sábados en la mañana donde prácticamente yo no hacia nada en la oficina y él por su parte ya llevaba diez notas.
Aún así sabe leer todo lo que le cuento por chat para después darme consejos que más de tres veces me han hecho reflexionar.
Supo ganarse mi confianza para contarle detalles de mi vida que con pocas personas comparto.
Lo mejor es que en estos últimos días he descubierto a un Antonio Rosales que no muestra estrés por el tráfico o el trabajo, sino que en su expresión noto las ganas por tener condiciones óptimas para darle la bienvenida a su nuevo bebé.
Ya se que olvide tu cumple Toñito y que unas canelitas con cerillo no es lo mismo que un pastel de tres leches, pero de cualquier manera sabes que te estimo mucho y que agradezco tu tiempo, moralejas, chistes, notas, expresiones, consejos y la seguridad que de vez en cuando te robo, (total a ti te sobra mucha jeje, sobre todo cuando abandonas las conferencias de prensa por un retraso considerable).
Con simpleza ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
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